En realidad en castellano se escribe Samarcanda, pero creo que con "k" es más exótico.
Estos días atrás iba y venía este topónimo en mi cabeza. Intentaba acordarme de cuándo fue la primera vez que lo escuché o leí. Fue en primaria, en una clase de inglés un tanto laxa por la proximidad de unas vacaciones (¿Navidad? ¿Semana Santa? ¿verano? no lo recuerdo)
El caso es que nuestra profesora nos repartió a todos unas fotocopias en blanco y negro de mala calidad con un texto en inglés; ya sabéis, los típicos sacados de algún libro bueno que el colegio finalmente había desechado en pos de otro peor pero casi regalado por una editorial que conociera la "dire".
Se titulaba "Appointment in Samarkanda" e iba ilustrado por un dibujo que había salido demasiado oscuro, pero en el que pude apreciar dos personajes en primer plano con edificios de fondo que tenían un aire a los de Ágraba, del Aladdín de Disney. De uno de los monigotes no me acuerdo absolutamente, pero el otro se me antojó al primer vistazo un ninja: completamente vestido de negro y con una braga (entiéndase por braga la 3ª definición que le da al uso la RAE) en la cabeza que le cubría todo menos los ojos.
Luego, a medida que descifraba el texto (he de reconocer que, por aquel entonces, mi nivel de inglés era limitado cuando no escaso) descubrí que en realidad no era un ninja (que pillaban un poco lejos de aquella ciudad otrora persa, ahora uzbeka) sino que pretendía representar la personificación de la Muerte para los árabes (que vaya usted a saber si es o no cierto viniendo de un student's book pre-intermediate)